El 79% envejecientes ha recibido maltrato
SANTO DOMINGO.-
El 79 por ciento de la población envejeciente del país ha recibido algún tipo
de maltrato, perpetuado en la mayoría de los casos de sus familiares, entre
ellos hijos y nietos.
Los datos están
contenidos en la encuesta “El Maltrato hacia las Personas Mayores en República
Dominicana”, dado a conocer hoy por el Fondo de Población de las Naciones Unidas
en el país (UNFPA) y el Consejo Nacional de la Persona Envejeciente
(Conape), la cual fue aplicada en el 2010 a 600 personas mayores de 65 años de
diversas subregiones del país.
El acto de
presentación de los resultados fue encabezado por Nathalie María, directora de
Conape y Sonia Vásquez, del Unfpa. Los mismos fueron presentados por la
investigadora Margot Tapia.
El estudio
señala que en el 29 por ciento de los casos de reporte de violencia emocional o
psicológica el perpetuador ha sido un hijo o una hija.
En lo referente
a violencia física, en primer lugar aparecen los empujones y jalones de pelo
con un 32 por ciento, seguido de golpes y bofetadas con un 15 por ciento;
golpes con puños, palos y armas blancas con un 10 por ciento y las quemaduras e
intento de estrangula miento figuran con un cuatro por ciento.
El 24 por
ciento de la población reportó negligencia de parte de su pareja, hijos, nietos
y otros familiares, mientras que la violencia patrimonial se reportó en un
cinco por ciento, donde se señala el querer despojarlos de sus viviendas.
Fuente:
Sesionará
en La Habana
Convención Internacional de Psicología
La VI
Convención Intercontinental de
Psicología, Hóminis 2013, sesionará en La Habana del 2 al 6 de diciembre próximo para
debatir aspectos fundamentales del desarrollo humano, identidad y diversidad,
sociedad, familia, género, tercera edad, entre otros temas.
El doctor
Alexis Lorenzo, presidente del comité organizador, explicó a Prensa Latina que la Convención incluye 23
eventos, entre los que se destacan el congreso nacional de la Sociedad Cubana de
Psicología, la IV Jornada
Internacional de Psicología en emergencias y desastres, II Encuentro
Internacional de Orientación Psicológica, eI Simposio Psicología y género,
pareja y familia, entre otros. Manifestó que se espera la presencia de
reconocidos expertos en el campo de la psicología, provenientes de Canadá,
México, Brasil, Chile, Costa Rica, Panamá y Gran Bretaña.
Lorenzo
resaltó el desarrollo de importantes cursos pre-evento, como el dedicado a la
intervención psicológica en edades tempranas, y a la violencia intrafamiliar,
que serán impartidos por destacados profesores.
Fuente:
‘IN MEMORIAM’
José Luis Pinillos, la
institucionalización científica de la psicología
Desde la Escuela de Psicología y
Psicotecnia supo hacer valer la utilidad social de su disciplina y lograr su
implantación académica frente al entorno hostil del franquismo.
Al evocar la figura de José Luis Pinillos,
fallecido el pasado día 4, me saltan a la memoria numerosas imágenes de aquella
Facultad de Filosofía de los años cincuenta del pasado siglo, donde los
claustros universitarios más parecían los de un monasterio que los de una
institución académica.
Se explicaba allí la psicología, dentro del
imperante escolasticismo tomista, como una interpretación racional del alma
humana; frente a esa psicología racional, fue José Luis Pinillos el primero que
empezó a hablar de psicología experimental. Los estudios realizados en Alemania
con Gruhle, y continuados después en Inglaterra con Eysenck, le llevaron a
profundizar en los fundamentos de la psicología experimental puestos por
Wilhelm Wundt a finales del siglo XIX. Eso suponía dar entrada a una concepción
modernizadora de la disciplina, como una de las ciencias sociales que entonces
empezaban a estar de moda, aunque en España, dentro del ambiente autoritario
que entonces dominaba en nuestras clases rectoras, esas nuevas directrices se
hacían sospechosas de los peores augurios.
En esas circunstancias era muy difícil abrir las
puertas a la modernización, pero la ingeniosa inteligencia de José Luis
Pinillos —en este caso, unida a la de otro psicólogo innovador como fue Mariano
Yela— les llevó a elaborar una estrategia sumamente práctica, que fue el hacer
ver de modo inequívoco la utilidad social de la psicología experimental.
Es así como se les ocurrió fundar una llamada
Escuela de Psicología y Psicotecnia, que empezó a funcionar en 1953, y donde el
que esto escribe estudió entre 1957 y 1960, siéndome de extraordinaria ayuda
para culminar su tesis doctoral sobre Miguel de Unamuno
a la luz de la Psicología (1963).
El diseño docente de ese proyecto educativo era
sumamente inteligente. Se concentraba en los primeros años, en asignaturas que
hiciesen ver los avances científicos de la psicología experimental con
profesores de alta cualificación, entre los que recuerdo, aparte de Pinillos y
Yela, a Miguel Siguán, Secadas, García Yagüe... Los alumnos, tras superar esos
cursos, salían con conocimientos más que suficientes de psicología
introspectiva, conductismo, psicoanálisis, psicología evolutiva y diferencial,
etcétera. El último curso estaba dedicado a la especialización en una de las
tres ramas posibles: clínica, psicología industrial o psicología escolar. Es
evidente que cada una de ellas podía cumplir un papel diferencial en una
sociedad avanzada. La psicología clínica constituía una aportación definitiva
para la madurez de ciudadanos bien adaptados e integrados. La psicología
escolar era sin duda fundamental para detectar anomalías en los alumnos que
profesaban el bachillerato: problemas familiares o de desarrollo personal,
orientación profesional, información sobre salidas… Por último, la psicología
industrial resultaba de gran utilidad para la racionalización de las fábricas y
el aprovechamiento del trabajo empresarial en una sociedad en proceso de
crecimiento y desarrollo como era la española de la época. De esta forma, se
destacaba el aspecto práctico de la psicología experimental, alejando de ella
los augurios sospechosos que sobre ellas habían caído.
Así pudo abrirse camino, en la cerrada sociedad
española de la época, la psicología experimental y obtuvo un éxito rotundo con
la fundación en 1980 de una Facultad de Psicología, que tuvo campo propio en el
complejo de Somosaguas, dentro de la Universidad Complutense.
He aquí como José Luis Pinillos —con otros profesionales
generosos de su edad— logró la institucionalización científica de la
psicología, y alejarse de los parámetros reaccionarios que marcaron sus
primeros años de formación. Un ejemplo paradigmático de cómo se hace un gran
hombre, aunque yo no sé si la actual juventud sabrá captar esa ejemplaridad
forjada en el molde de un intelectual discreto y riguroso, practicante del
silencio y de la meditación.
José
Luis Abellán es
filósofo.
Fuente:
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